GRACIELA HENRÍQUEZ
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Nacida en Venezuela (1932), naturalizada mexicana (1972), lleva más de cincuenta años dedicada a la danza y la investigación; coreógrafa constante y polémica con premios en México, Costa Rica y Venezuela; sus comienzos fueron en el ámbito del ballet clásico donde llegó a ser solista en compañías internacionales como el Ballet Alicia Alonso de Cuba, Danseurs de France, dirigida por Paul Goubé, y el Ballet Nacional de Venezuela. Con esas compañías interpretó los ballets: El lago de los Cisnes, Bodas de Aurora, Giselle, Romeo y Julieta, entre otros.
A su llegada a México actuó con el Nuevo Teatro de la Danza de Xavier Francis y posteriormente con el Ballet Independiente de Raúl Flores Canelo. En esta compañía montó sus obras: Invenciones (1970), Mujeres (1971), Espacios (1973), La carpa del amor errante (1979) entre otras. Después, ya de manera independiente, vinieron: Oraciones (1968), Tropicanas, en colaboración con Ismael Fernández (1980), Las tardes de Salomé (1984), Que siga el son (1984, en el Teatro Nacional de San José de Costa Rica), Radioranzas42 (1994), La Bolivariada (1989) y Presagios (1997) en colaboración con su hija, Elisa Lipkau.
En 1975, durante la gira internacional de Ballet Independiente por Francia y el Holland Festival, dos de sus obras, Mujeres e Invenciones, fueron elogiadas por la crítica europea. Henríquez ha enfocado su trabajo coreográfico en la fusión de la danza y el teatro con las ciencias sociales, en particular con la antropología y la historia: licenciada en Antropología Social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (1988), estudió la maestría en Divulgación de la Historia (1999) en la Universidad Iberoamericana y obtuvo su doctorado en Antropología por la ENAH en 2009. Recibió el Premio José Limón de Danza Contemporánea en 2006 en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. En 2010, el CENIDI Danza (Centro de Investigación y Documentación de la Danza) editó un libro escrito por la investigadora María Cristina Mendoza Bernal sobre su trabajo de danza en México: La coreografía: Graciela Henríquez cuerpo – movimiento – pensamiento.
